Cada 19 de mayo se celebra el día de la
hepatitis tipo C, con el objetivo de concienciar a la población en general
sobre esta enfermedad, que si no es tratada como corresponde puede derivar en
consecuencias de gran perjuicio sobre la salud como cáncer de hígado o
cirrosis.
Por ello la ONG World Hepatitis Allience
anualmente hace un llamado a los gobiernos del mundo para que tomen medidas y
acciones más concretas en la detección y tratamiento de la hepatitis C. Se debe
recordar que esta afección generalmente no presenta síntomas y se transmite
cuando se produce un contacto entre sangre sana con sangre infectada por el
virus C: transmisión vía parenteral o por no adoptar medidas asépticas
adecuadas a nivel hospitalario en transfusiones o la utilización de hemoderivados
para el tratamiento de otras enfermedades, así como también por compartir
jeringas, en centros odontológicos, lugares de aplicación de piercings y
tatuajes, podólogos, entre otros.
Más
sobre la hepatitis
La palabra "hepatitis"
significa, simplemente, inflamación del hígado, sin apuntar a ninguna causa
específica. Una persona con hepatitis puede:
•Padecer uno o varios trastornos,
incluyendo una infección vírica o bacteriana del hígado.
•Padecer un trastorno autoinmunitario que
afecta al hígado.
•Haber sufrido un traumatismo abdominal en
la zona del hígado.
Lo más habitual es que la hepatitis haya
sido provocada por uno de los siguientes tres
virus: el virus de la hepatitis
A, el virus de la hepatitis B o el virus de la hepatitis C.
¿Qué
es la hepatitis A?
La
forma de hepatitis más frecuente es la hepatitis A (también denominada
hepatitis infecciosa). Este tipo de hepatitis está causado por el virus de la
hepatitis A (VHA), que se encuentra en las heces de las personas infectadas.
Las heces infectadas pueden estar presentes en pequeñas cantidades en alimentos
y objetos.
El
virus de la hepatitis A se contagia:
•Cuando alguien ingiere algo contaminado
con heces infectadas por el VHA (esto facilita su transmisión en condiciones de
hacinamiento e insalubridad).
•A través del agua, la leche y los
alimentos contaminados, sobre todo el marisco.
•Puesto que la hepatitis A puede ser una
infección leve, particularmente en la infancia, es posible que algunas personas
no se den cuenta de que han contraído la enfermedad y ésta pase desapercibida y
quede sin diagnosticar.
¿Qué
es la hepatitis B?
La
hepatitis B (también denominada hepatitis sérica) está causada por el virus de
la hepatitis B (VHB). El VHB puede provocar un amplio abanico de síntomas, desde
malestar general hasta enfermedad hepática crónica que, a la larga, puede
desembocar en un cáncer de hígado.
El
virus de la hepatitis B se contagia:
•A través de fluidos corporales
infectados, como la sangre, la saliva, el semen, las secreciones vaginales, las
lágrimas, la leche materna y la orina.
•Mediante transfusiones de sangre
contaminada
•Al compartir agujas o jeringuillas
infectadas para inyectarse droga.
•Al mantener relaciones sexuales con una
persona infectada por el VHB.
•Mediante el contagio de un recién nacido
por su madre infectada.
¿Qué
es la hepatitis C?
La
hepatitis C se transmite a través del contacto directo con la sangre de una
persona infectada. Los síntomas provocados por el virus de la hepatitis C
pueden ser muy parecidos a los provocados por los virus de las hepatitis A y B.
No obstante, la infección por el virus de la hepatitis C virus puede conducir,
a la larga, a una enfermedad hepática crónica y es el principal motivo de
trasplante de hígado.
El
virus de la hepatitis C se contagia:
•Al compartir agujas y jeringuillas para
inyectarse droga.
•Al hacerse tatuajes o piercings con
instrumental no esterilizado.
•Mediante transfusiones de sangre
•Mediante el contagio de un recién nacido
por su madre infectada.
•A través de las relaciones sexuales
(aunque se trata de una vía de contagio menos habitual).
•La hepatitis C es también un riesgo
habitual en los centros de diálisis. Raramente las personas que conviven con un
enfermo de hepatitis C se pueden contagiar al compartir artículos que pueden
contener la sangre del enfermo, como maquinillas de afeitar o cepillos de
dientes.
Diagnóstico: Todas estas formas víricas de hepatitis
se pueden diagnosticar y puede hacerse un seguimiento de su tratamiento
mediante análisis de sangre fiables y fácilmente accesibles.
Signos
y Síntomas: La hepatitis,
en sus primeras etapas, puede provocar síntomas parecidos a los de la gripe,
como:
•malestar general
•fiebre
•dolores musculares
•pérdida del apetito
•náuseas
•vómitos
•diarrea
•ictericia -coloración amarillenta de la
piel y de la esclerótica (blanco del ojo).
No obstante, algunas personas no presentan
ningún síntoma y ni siquiera saben que están infectadas. Por ejemplo, los niños
con hepatitis A suelen presentar síntomas leves o ausencia total de síntomas.
Si la hepatitis progresa, los síntomas
comienzan a apuntar al hígado como origen de la enfermedad. Las sustancias
químicas que segrega el hígado habitualmente empiezan a acumularse en la
sangre, lo que provoca:
ictericia
mal aliento
sabor amargo en la boca
la orina se vuelve oscura o del color del
té
las heces se vuelven blancas, claras o del
color de la arcilla.
También puede haber dolor abdominal,
concentrado bajo las costillas del lado derecho (sobre un hígado inflamado y dolorido)
o bajo las costillas del lado izquierdo (sobre un bazo dolorido).
¿Es
contagiosa? Las hepatitis
A, B y C son todas contagiosas. El virus de la hepatitis A puede propagarse a
través del agua o de alimentos contaminados, así como en escuelas o centros de
preescolar con condiciones higiénicas deficientes. Los inodoros y los lavabos
utilizados por una persona infectada deben limpiarse con desinfectantes.
Quienes conviven con o cuidan de una persona con hepatitis deben lavarse las
manos después de cada contacto que mantengan con el enfermo.
El virus de la hepatitis B se puede
encontrar en prácticamente todos los fluidos corporales, si bien las vías
principales de contagio son las relaciones sexuales, las transfusiones de
sangre contaminada y las jeringuillas compartidas para administrase droga por
vía intravenosa.
El virus de la hepatitis C se puede
transmitir por medio de agujas compartidas, productos derivados de sangre
contaminada y, menos frecuentemente, a través de las relaciones sexuales. A pesar
de que la hepatitis C se puede transmitir al feto durante el embarazo, este
riesgo no es muy alto (en torno al 5%). Si usted está embarazada, póngase en
contacto con su médico si cree que puede haber estado expuesta al virus de la
hepatitis C.
¿Puede
prevenirse la hepatitis?
Mantener unos buenos hábitos de higiene y
evitar condiciones de hacinamiento e insalubridad.
Ser especialmente cuidadoso si viaja a
zonas donde las condiciones sanitarias son deficientes y la calidad del agua
sospechosa, sobre todo al beber o nadar.
No comer nunca marisco o pescado
procedentes de aguas contaminadas con aguas residuales.
Recordar a todos los miembros de la
familia, sobre todo a los niños, que se laven las manos a conciencia después de
usar el váter y antes de las comidas.
Si un miembro de su familia contrae la
hepatitis, utilizar desinfectantes para limpiar los retretes, lavabos, orinales
o cuñas que haya utilizado esa persona.
Puesto que las agujas y las jeringuillas
contaminadas son la principal vía de contagio de la hepatitis, es una buena
idea apoyar las campañas contra la drogadicción que se pongan en marcha en su
comunidad y en las escuelas de su área. En casa, hable asidua y sinceramente
con sus hijos sobre los peligros del consumo de drogas. También es importante
fomentar la abstinencia sexual y el sexo seguro entre los adolescentes para
eliminar el riesgo de contraer la hepatitis a través de las relaciones
sexuales.
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En el Centro de Especialidades Médicas MEDISOCIAL, puedes solicitar tu cita para realizarte chequeos médicos y tratar patologías
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Caracas - Venezuela.
Teléfono: (0212) 472 05 60 / 30 50 / 64 76.
Páginaweb www.cemmedisocial.com
Fuentes:
Ministerio del Poder Popular para
la Salud y Protección Social.
Prensa - Instituto Nacional de Nutrición.-
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